jueves, 15 de julio de 2010

MALDITOS BASTARDOS...

...eso son los ordenanzas de la Royal Academy of music que en mi cuarta jornada por tierras londinensas, no nos han dejado pasar del hall porque dicen que el conservatorio no está abierto al público (todo esto en inglés y me he enterao yo solito). ¡La madre que los parió! Con lo bien que andan a gusto los guiris que libremente pasean por mi conservatorio. Esto va a haber que cortarlo. El curso que viene me presento al consejo escolar y si me votan haré por donde cerrarle el conservatorio a todo aquel inglés que se le antoje asomar por allí, y otra cosa, haré a nuestros ordenanzas, especialmente al "heredero" que se vistan como estaban vestidos los dos de esta mañana. Eso si que es elegancia, y no los trajes que los hombres de mi pueblo llevan a las bodas. Menos mal que hemos podido entrar gratuitamente al pequeño museo contiguo al conservatorio y del mismo nombre en el que he podido hayar tres o cuatro trompas de a saber que año y algunos manuscritos originales interesantes, como el de la sinfonía Júpiter, de Mozart o algunas obras de Weber, Wagner, etc. Además, justo antes de llegar al museo, he podido ver el Arvimusica de Londres. Son parecidos pero con alguna pequeña diferencia, cuestiones sin importancia como que allí tenían perfectamente todas las obras del repertorio trombonístico habidas y por haber y por lo tanto supongo que de todos los instrumentos, y lo mejor de todo, más baratas que en España, y encima te ahorras los gastos de envío. Lástima no disponer de mucho dinero ahora ni de posibilidad de transportar peso en la maleta al subir al avión.

Junto a la Royal Academy esta, estaba la iglesia que quería ver y que he tenío suerte de pillarla abierta. No se si es católiga, anglicana o protestante pero el caso es que tiene dos pequeños organillos así como el de la catedral de Sevilla, y digo dos pequeños organillos porque tiene uno, supongo que principal, que cuando digan de apuntar hacia adelante con los tubos, a mi me daría miedo. Alucinante. Eso si, me he quedao con las ganas de aporracear sus teclas intentando tocar algún coral.
Frente a la iglesia el Madamme Tousaud. Lo hemos visto por fuera pero no hemos entrao. Había dos increibles colas: la de las los tickets y la de entrar. Daban miedo ambas, así que hemos decidío ir en fin de semana con más tiempo. Algo parecido nos ha pasao con el museo de Sherlock Holmes, aunque en este caso lo que nos ha echao pa atrás han sío las 6 libras que nos pedían por entrar. Que lo vea rita. Nosotros hemos entrao a la tienda y hemos hecho alguna fotito.

La mañana de hoy la hemos completao con la visita al rastro/mercaillo de Candem. Ohhh, he estao en un rastro de Londres. Algunos han comprao cosas pero yo no. Me reservo el dinero para las Calsberg de por la noche, porque si, al contrario de lo que todos me decíais, la cerveza en Londres la sirven fresquita y con gas, de hecho en el bar de la residencia tienen marcas que también venden en España y que conocía: Calsberg, Heineken... y también me reservo dinero para cuando hagamos visita a cierta tienda en la que venden ropa deportiva a precios muy bajos. Diego y yo queremos camisetas de equipos de futbol.

Olvidaba la visita a la estación de tren de Kingcrost (creo que se escribe así) en la que nos hemos hecho fotos junto al anden de Harry Potter.

Enorme diferencia entre las visitas de hoy y las de ayer, que por cierto no actualicé porque tenía sueño. Ayer anduvimos por el barrio chino, Picadilly Circus y el campo del Arsenal. Que bonito el Emirates Stadium, que enorme parecido con el Manuel Ruiz de Lopera de Sevilla o el Francisco Herrera Cueva de Jódar. Igual. La lástima es que no vi por ahí al presidente del Barça, Rosell, haciendo gestiones por Cesc, entonces hubiera estao mejor. En Picadilly Circus nos llevamos un poco de decepción porque está en obras y parte de los letreros que teníamos ganas de ver están tapados, pero bueno, algo si que pudimos ver. El barrio chino estuvo bien, me recordó bastante a peliculas como Contacto Sangriento, por aquello de las calles estrechas y porque de vez en cuando aparecían tíos con pinta de los malos de las películas.

En fin, Londres es muy grande y muy diferente. Y muy bonito también, to hay que decirlo, sobre to el barrio donde está la residencia. ¡¡¡Que casas!!!, ¡¡que coches!!, ¡que todo!.

A ver si esta noche no estoy muy cansao y subo alguna foto.
See you later.
















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